Las iglesias perdidas de Madrid
En todas las ciudades existen templos que pertenecieron a distintas culturas o religiones y que desaparecieron con el paso del tiempo o fueron devastados por el invasor. ¡Que mayor demostración de poder que la de ultrajar los lugares sagrados del perdedor y utilizar las piedras de su templo para erigir otro templo dedicado a otro dios!
Sin embargo, a veces el templo no era destruido, sino tan solo reformado para albergar a la nueva religión. No resulta difícil encontrar templos romanos que fueron construidos sobre algún templo megalítico; denomino de esta manera a un dolmen, a un menhir, a un crónlech, a una alineación megalítica, etc., porque en realidad estos fueron los primeros templos de nuestra historia. En España, estos templos romanos fueron en ocasiones sustituidos por templos visigóticos, estos a su vez por mezquitas que a su vez fueron transformadas nuevamente en templos cristianos. Esta sucesión de templos conservaba un denominador común, el lugar. Las piedras caían para ser de nuevo levantadas por otras manos movidas por una religión diferente, pero el lugar seguía siendo el mismo. ¿Aún queda alguien que piense en la casualidad? Permítame si es así, llamarle iluso, desde el cariño.
Los vórtices siempre han sido el alma del templo. Sus muros solo son las vestiduras; unas simples, otras ricas. Arte, arquitectura, geometría sagrada…. Como siempre, se hace preciso mirar desde el interior. Cierto es que se trata de una mirada oculta para la mayoría, pero existen. Los vórtices están donde siempre estuvieron y donde seguirán estando, al menos mientras Gaia respire.
En este artículo quiero brindar un pequeño recuerdo a aquellos templos que tuvieron su época de esplendor y que al final perecieron ante el avance implacable del tiempo. Mencionaré tan solo algunas iglesias de la ciudad de Madrid, entre ellas las 10 que figuran censadas en el fuero de Madrid del año 1202 son las más antiguas a intramuros de la villa. Por desgracia, alguna de ellas ya no existe; otras fueron demolidas y su planta modificada. También intentaré rastrear el lugar que acogió a las ermitas del parque de El Retiro, todas ellas desaparecidas, y mencionaré algún convento que consiga atraer mi atención. Soy consciente de que la lista es demasiado larga y este artículo tan solo pretende ser un pequeño guiño a nuestro pasado.
Las siete ermitas de El Retiro
Epifanio Alcañiz
Investigador de las energías telúricas