Santa María de la Almudena

       Comencemos la historia por la mezquita mayor de aquella fortaleza, con una medina o ciudad en su interior, que fue mandada construir en el siglo IX por el emir Mohamed I de Córdoba, sobre un promontorio junto al río Manzanares para tener controlado el paso de los cristianos hacia Toledo. Este territorio fue tomado por los moros en el año 712.   Su mezquita mayor se situaba en lo que ahora es el cruce de las calles Bailén y Mayor. Existen indicios que señalan la anterior existencia de un oratorio visigodo en el lugar; algo lógico de imaginar y difícil de demostrar. Alfonso VI conquista la villa en torno al año 1085 y esta mezquita se convierte al culto cristiano. No existen referencias que nos indiquen si la mezquita fue destruida o simplemente remodelada. En el fuero de Madrid de 1202, esta iglesia, conocida con el nombre de Santa María de la Almudena, figura en primer lugar, posiblemente indicando que era la más antigua de la villa. En el año 1868 se procede a su derribo para ampliar las calles Mayor y Bailén.

                                       

      La mezquita fue construida sobre un Ángulo Sacro (tres vórtices de 13500 UB). Particularmente pienso que la mezquita fue destruida y la iglesia levantada de nuevo, tal vez respetando alguno de sus muros, pero no el edificio completo. Es muy probable que la nave de la mezquita fuese construida haciendo que estos vórtices quedasen situados en la zona oeste de dicha nave. Posteriormente cuando se edificó la iglesia el altar fue situado en la parte de la nave que mira al Este. (Hasta ahora en todas las iglesias que he encontrado con esta alteración telúrica, esta se hacía coincidir con el altar mayor)

      Lo  que intento explicar es que el Ángulo Sacro en la mezquita estaría situado en la zona oeste de la nave y en la iglesia el altar y el Ángulo Sacro se encontrarían al este de la nave, con lo cual sería imposible utilizar la misma nave si se quiere situar el altar sobre la alteración telúrica del lugar.

      Como parte de su historia sabemos que en el año 1265 Alfonso X otorga un privilegio a sus clérigos; en 1451 se edifica la torre, eliminado para ello parte del claustro; y en 1777 se lleva a cabo una restauración de la misma de mano del arquitecto Ventura Rodríguez.

      

      Hubo un tiempo en que se intentó convertir esta iglesia en colegiata o catedral. Carlos I y Felipe III llegaron a conseguir la bula papal para derribar el edificio y construir otro de mayor magnitud. No olvidemos que en este templo se custodiaba la imagen de Nuestra Señora de la Almudena, patrona de Madrid desde 1908. La imagen fue encontrada tapiada en una de las murallas de la ciudad en el año 1085, tras la conquista de la misma por Alfonso VI. Sin embargo ambos proyectos fracasaron por la oposición del cabildo de Toledo, que no deseaba que la villa fuese segregada de su archidiócesis, de la cual dependía.

       Desde el siglo XVIII hubo varios proyectos que amenazaban el emplazamiento de la iglesia. En 1846 Mesonero Romanos presenta un proyecto en el que plantea el derribo de la iglesia para favorecer el ensanche la calle Mayor en la unión con la calle Bailén. En 1855 la iglesia entra en el catálogo de desamortización. Y en 1868 se celebra en ella la última misa. La mayor parte de su tesoro es trasladado al convento del Sacramento. También se traslada a este convento la imagen de la Virgen que actualmente es venerada en la catedral de la Almudena.

       En 1869 la iglesia es derribada.

                            

       Existen unos restos de los cimientos de un ábside románico que se encuentran en la calle de la Almudena protegidos por un cristal.

             

      Los tres vórtices, ajenos a las edificaciones que sobre ellos se construyen, siguen estando en el edificio que ocupa su solar. No tendría ninguna duda para situar el lugar donde fue ubicado el altar, ya que en todas las iglesias que cuentan con un Angulo Sacro el vórtice central se hacía coincidir con el centro del altar, por delante o por detrás, dependiendo de que este fuese exento o adosado, según la época de construcción, es decir en el lugar destinado al sacerdote para oficiar la misa. Este vórtice central es fácil de localizar en el interior de la farmacia que existe en dicho edificio.

              

      El Ángulo Sacro es una alteración telúrica que se encuentra en escasos lugares. Por lo que he podido apreciar en mis investigaciones, a la hora de situar un templo sobre una alteración esta era la más apreciada de todas. Si cercano a ella se da un vórtice mayor de 19500 UB o 24500 UB, y se puede hacer que quede dentro de la edificación sería ya algo sublime para los constructores. Me he permitido bautizar esta rara y doble alteración con el nombre de Enclave Espiritual.

      Madrid es una ciudad con una actividad telúrica muy importante. Pocas otras se la asemejan. Hubo una época en que la llamaron la ciudad de los conventos, por todos los que llegó a albergar. Piensen que no hay convento sin iglesia por modesta que sea y no existía iglesia sin al menos un vórtice, mayor o menor, pero con vórtice. Al menos así fue hasta aproximadamente el siglo XVIII; sin embargo los valores cambian con el tiempo. En Madrid hay al menos cuatro Ángulos Sacros, dos de ellos formando un Enclave Espiritual. Existen además decenas de vórtices, algo que pocas veces encontramos repetido en otra ciudad.

 

 

                                                     Epifanio Alcañiz

                                                      Investigador de las energías telúricas

 

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