Malamoneda

 

      El despoblado de Malamoneda cuenta con vestigios de asentamientos de distintos pueblos desde la prehistoria. Situado en el término municipal de Hontanar, municipio de los Montes de  Toledo, provincia a la que pertenece. Por un lado existen restos de un castro posiblemente celtíbero de los siglos III y V a. d. C.

       Un escrito del párroco de Hontanar en 1154 hace referencia a una vaquilla de piedra, posiblemente un verraco que actualmente no se conserva, además del centenar de posibles tumbas talladas en piedra, en alguna de sus rocas muy erosionadas encontramos piletas con desagües y toscos escalones que señalan el lugar como ara ceremonial.

      También existen vestigios de la romanización del lugar en los primeros siglos de nuestra era, una gran roca, con una tumba antropomorfa en ella, aún conserva dos inscripciones enmarcadas que indican el enterramiento de un romano de 35 años y su hija de 15.

        

           

       En el siglo V varios pueblos centroeuropeos se asientan en distintas regiones de la antigua provincia romana, situando los visigodos en Toledo su centro administrativo, político y religioso. Se ignora si la cristianización llega a este lugar con los visigodos ya que no existen restos suficientes como para asegurarlo.

                               

             

      Los musulmanes llegados del norte de África, tras derrotar al último rey godo D. Rodrigo, llegan a Toledo, capital del reino visigodo y tras la huida de gran parte de sus dirigentes civiles y religiosos, se apoderan de la ciudad. Tras la expulsión de los musulmanes, estas tierras son cedidas para su repoblación a la orden de Alcántara, posteriormente pasan a la orden de Montegaudio y en 1196, esta orden es anexionada a la del Temple, pasando a ser posesión de esta orden. Es posible que sea esta orden la que construye una iglesia en este lugar donde se dio culto a una Virgen morena llamada más tarde de Gracia. Tras una segregación por parte de Alfonso VIII, esta franja de los Montes de Toledo es donada a Alfonso Tellez de Meneses  que en 1222 las vende al arzobispo de Toledo D. Rodrigo Jimenez de Rada, pero en 1243 negocia con el arzobispo un trueque de estas posesiones por la villa de Añover de Tajo. Sin embargo en el año 1246 Fernando III las vende a la ciudad de Toledo para poder financiar las campañas en la conquista de Andalucía.

       En 1434 nuevos colonos se establecen junto al castillo construido, se amplía la iglesia y se construyen dependencias para los frailes. El nuevo asentamiento recibe el nombre de Buenamoneda, pero el antiguo poblado no desaparece y con el tiempo cobra fuerza el nombre primitivo hasta que el de Buenamoneda desaparece, en 1654, se restituye la parroquia de Hontanar y la de Malamoneda, cambia su condición por la de ermita.

      

                                

       A principio del siglo XVIII y como consecuencia de la presión fiscal de Toledo, muchos vecinos emigran a Montalban. En 1728 se cita este lugar como despoblado anejo a Hontanar.

      Al parecer el culto en la ermita continuó hasta 1860, año en que se venden los terrenos y el comprador desmonta todo lo aprovechable de la misma, los cofrades trasladaron la imagen de la Virgen y su retablo a Hontanar. La imagen fue destruida durante la guerra civil.

     En 1960 los restos de la ermita fueron demolidos para sembrar unas viñas que ya no existen, en caso de quedar algún vestigio de esta ermita, será parte de sus cimientos.

                 

     Y hasta aquí la historia, pero  ¿Qué patrimonio telúrico anida en estas tierras para que tantos pueblos fijasen su vista en ellas? Por supuesto su situación en un pequeño valle  junto al río con tierras fértiles tuvo que ver en la elección. Pero hay algunos lugares que sin duda fueron descubiertos por sus primeros moradores de los cuales merece la pena hacer una reseña.

                                       

                 

     Una de las fotos nos muestra una pileta en lo alto de una roca, con unas toscas escaleras para facilitar la subida, esta pileta está situada sobre un Punto de meditación de 11500 UB, hay otra pequeña cazoleta que marca el final de una línea ondulada en la que algunos quieren ver la representación de una serpiente, en estos momentos casi inapreciable, al lado de una urna o sepulcro, en esta cazoleta también existe un Punto de Meditación de 11500 UB. El lugar donde estuvo la iglesia, solo hay un campo arado, no resulta complicado detectar el vórtice de 13500 UB sobre el que se construyó dicha iglesia.

       

                         

      A unos 300 metros al sureste nos encontramos oculta por otros árboles a un grueso ejemplar de encina, es un Árbol Sagrado que crece sobre un vórtice de 13500 UB, nunca sabremos si fue el destino o la mano del hombre quien unió árbol y vórtice. Pero lo que no guarda relación con la historia es el vórtice mayor de este despoblado, se trata de un vórtice de 24500 UB que se encuentra situado en el interior de una casa derruida, concretamente en la cocina, no puedo creer que a los templarios se les escapase este punto, es muy posible que en este lugar existiese una ara primitiva y que fuese derribada para construir otra edificación, ignora la antigüedad de los muros de esa casa, pero me resulta extraño que allí no se construyera un templo.

         

         

      Existe otro lugar a tener en cuenta, se trata de una piedra sobre otra, esta última cuenta con una especie de puente, podría ser natural, pero yo pienso que es artificial, incluso podría parecer la talla incompleta de un verraco, pero en realidad esta piedra marca un cruce de líneas Hartmann de tercer orden  y una de ellas pasa por el orificio, no es la primera marca que me encuentro en uno de estos cruces, a la historia nso ha guardado el nombre y estas piedras suelen ser bautizadas con algún nombre que hace alusión al diablo o al infierno, en este caso si la piedra tuvo historia o nombre se desconoce.

              

     

      

 

       (Todos los datos históricos sobre el lugar han sido recogidos del libro “El despoblado de Malamoneda”  de Ventura Leblic García)

 

 

                                                    Epifanio Alcañiz

                                                      Investigador de las energías telúricas

 

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