Armonizadores

         Desde que se descubrió que la Tierra emite una emanación constante de radiaciones que afectan a la salud, no se ha dejado de investigar la forma de anularlas. Son muchos los artilugios que hay en el mercado y que supuestamente las neutralizan. No puedo decir que los he testado todos, porque mentiría, pero sí puedo decir que son muchos de los que he comprobado y son inútiles, la realidad es que no realizan la función que nos ofertan.

Yo comprendo que cuando en una vivienda se detectan una serie de geopatías, y nos dicen que hay que mover todos los muebles para evitarlas (o en algunos casos nos dicen que una habitación es inutilizable porque no existe un lugar neutro donde poner la cama), intentamos solucionarlo de la manera menos molesta. Y ésta siempre es la de poner algún armonizador que anule todas las geopatías; los muebles, que sigan en su sitio que es donde mejor están, nuestro bolsillo se queda más ligero, nuestra conciencia se tranquiliza y nuestra salud la mayoría de las veces se sigue resintiendo.

Razonemos un poco. Si mis conclusiones son correctas en la vertical de una geopatía podemos encontrar una pequeña mezcla de rayos X, rayos gamma, rayos infrarrojos, etc. Es decir, no estamos hablando de energía espiritual, estamos hablando de radiación pura y dura. Por lo tanto, deberíamos cubrir con el elemento neutralizante toda la geopatía y no es lógico pensar que un elemento con una forma determinada que situemos en un punto de la habitación va a neutralizar las radiaciones nocivas, ¿que se supone que sucede con esa radiación? ¿se aparta? ¿se disipa? nada de eso, sigue estando en el mismo lugar.

No es comparable porque la emisión es mucho más fuerte, pero a alguien se le ocurre pensar que en una sala de rayos X si ponemos un armonizador eliminaremos la radiactividad de la misma. Un neutralizador debería ser una barrera entre la radiación y nuestro cuerpo y habría que medir con el Biómetro la geopatía antes y después de cubrirla para probar su efectividad. Esto serviría para comprobar que la densidad bioenergética no se altera en negativo sobre una geopatía, la siguiente prueba consistiría en comprobar radiestésicamente que las líneas de las distintas redes han desaparecido. Eso es lo que yo he hecho con algunos de los supuestos armonizadores que he probado.

Yo mismo he dedicado una parte de mi tiempo a experimentar con arena de sílice, porque tenía indicios de que el cuarzo interpuesto entre la radiación y el cuerpo podría ser un potente neutralizador. No obtuve el resultado esperado y abandoné el proyecto.

También he experimentado con las estructuras piramidales. Una pirámide orientada correctamente, y sobre todo colocada en el lugar correcto, es sin duda un potente acumulador de energía cósmica. La pregunta sería “si no puedo anular las ondas nocivas ¿pueden ser contrarrestadas con energía positiva?”. Una pirámide normal atrae o almacena entre 11200 y 11500 UB; si la situamos sobre una geopatía, el nivel energético dentro de la pirámide alcanzará unos valores de unas 10000 UB, variando según el tipo de geopatía. Con este método conseguiríamos anular uno de los dos efectos negativos que ocasiona una geopatía.

Existen en el mercado camas con forma piramidal. El problema es alojarlas en un dormitorio. Ya que deben ser orientadas al norte, encontrar un espacio neutro de 2x2 m., es bastante difícil, pero no imposible. En el caso de que esto suceda, mi opinión es que las 11500 UB que puede llegar a generar esta estructura durante 8 horas de uso puede servir para restaurar y equilibrar los niveles energéticos de nuestro cuerpo, pero considero indispensable que se encuentre situada en un lugar neutro ya que de otra forma la radiación emitida por la geopatía seguiría afectando a nuestro cuerpo.

En mi búsqueda he realizado descubrimientos realmente importantes. He descubierto lo que yo denomino “chacras piramidales” los 8 puntos por donde la forma piramidal canaliza o atrae la energía. Potenciando estos puntos he conseguido un prototipo que emite 21500 UB o 33000 UB, dependiendo de que se activen 4 u 8 de estos puntos. Añadiendo otras formas a las pirámides se consigue elevar la vibración hasta las 45000 UB.

Existen también formas bidimensionales que tienen la capacidad de aumentar la densidad energética.

Situando estas otras formas entre el colchón y el cuerpo se consigue elevar la vibración energética hasta 9300 UB en los lugares neutros y alrededor de 8000 en los lugares nocivos, creando una burbuja bioenergética suficiente como para proteger el cuerpo en los periodos de descanso. Si tenemos en cuenta que un cuerpo sano necesita vibrar entre 7000 y 8500 UB, este resultado es óptimo, y recargarse con unos niveles un ligeramente superiores nos ayudará a contrarrestar el paso diario por distintas geopatías.

Sin embargo, debo insistir en que las geopatías generan dos efectos nocivos: el primero es la disminución de la calidad biótica del lugar, y se consigue paliar con este procedimiento; y el segundo es la emisión de radiación nociva, que no se consigue atenuar ni con mi método ni con ningún otro que yo conozca. Cualquier radiestesista que mida el nivel biótico creerá tener resuelto el problema. Yo he podido constatar que no es así. Por lo tanto, mi recomendación ante una geopatía con peligrosidad media o alta siempre será apartarse de su vertical cambiando la ubicación de la cama.

 

                                                     Epifanio Alcañiz

                                                      Investigador de las energías telúricas

 

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